viernes, 18 de agosto de 2023

¿Qué se recuerda el 17 de agosto?

 El 17 de agosto se conmemora el paso a la inmortalidad del general José de San Martín Matorras, quien falleció en Boulogne Sur Mer, Francia, en 1850. San Martín es una de las figuras más destacadas de la historia argentina y latinoamericana, a tal punto que por su actuación durante las luchas por la independencia en Sudamérica se transformó en una referencia mundial de los procesos de descolonización.

San Martín nació en Yapeyú, hoy provincia de Corrientes, un 25 de febrero de 1778. Hijo de Juan de San Martín, teniente gobernador de Yapeyú, y de Gregoria Matorras, su familia partió a Cádiz cuando tenía apenas 5 años. En España se formó como militar, peleó contra las tropas napoleónicas y ascendió de capitán de caballería al de teniente coronel por su papel en la Batalla de Bailén (1808). Pero al enterarse de los hechos de Mayo de 1810, decidió pedir el retiro del ejército español. Su vida cambiaría radicalmente con esta decisión.



9 de Julio, Día de la Independencia en Argentina: ¿qué pasó en 1816 y por qué se celebra?

 El 9 de julio es una fecha muy especial en Argentina, ya que se celebra el Día de la Independencia, un acontecimiento histórico que marcó el inicio de la autonomía del país. En este día, se conmemora la firma del Acta de la Declaración de Independencia en 1816.



miércoles, 21 de junio de 2023

20 de Junio: Día de la Bandera

Se recuerda en esta fecha en honor a su creador, el general Manuel Belgrano quien falleció el 20 de junio de 1820 y se instituyó por decreto en 1938, durante la presidencia de Roberto Marcelino Ortiz.

jueves, 18 de mayo de 2023

18 de Mayo Día de la Escarapela Argentina

La escarapela no es propiamente un símbolo nacional, aunque evidencia nuestra identidad patria. Es por esto que adopta formas muy diversas: cucarda, cinta, lazo, moño y se la caracteriza entonces como un emblema de nacionalidad.


Un poco de información sobre la Escarapela.

El único dato fidedigno que consta en la documentación histórica es la solicitud que el 
General Manuel Belgrano hizo al Triunvirato el 13 de febrero de 1812, para que se 
dictaminara el uso de una escarapela nacional con el objetivo de uniformar al Ejército 
Revolucionario y, a su vez, distinguirlo de los enemigos.
Como respuesta, el 18 de febrero del mismo año, ese cuerpo decretó el reconocimiento 
y uso de tal emblema  con los colores blanco y azul celeste como insignia patria, 
"quedando abolida la roja con que antiguamente se distinguían".

lunes, 3 de abril de 2023

2 de Abril: Día del Veterano y de los Caídos en la guerra de Malvinas

La conmemoración del 2 de Abril como el Día del Veterano y de los Caídos en la guerra de Malvinas fue establecido por ley del congreso nacional en el año 2000, declarándose además como feriado nacional.



lunes, 27 de marzo de 2023

24 de marzo: Día de la memoria por la verdad y la justicia

El Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia es el día en el que se conmemora en Argentina a las víctimas de la última dictadura militar, autodenominada «Proceso de Reorganización Nacional», que usurpó el gobierno del Estado nacional argentino entre el 24 de marzo de 1976 y el 10 de diciembre de 1983. El objetivo es construir colectivamente una jornada de reflexión y análisis crítico de la historia reciente. La fecha fue establecida en el año 2002 por Ley de la Nación 25.633, cuyo artículo 1º establece: “Institúyase el 24 de marzo como Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia en conmemoración de quienes resultaron víctimas del proceso iniciado en esa fecha del año 1976.

martes, 28 de febrero de 2023

Bienvenidos a este Nuevo Año Escolar 2023

 


 Les dejo el hermoso cuento que leyó la seño Paola.


 LA MAESTRA VIRTUDES CHOIQUE

 Había una vez una escuela en medio de las montañas. Los chicos llegaban hasta allí a caballo, en burro y a patas. Como suele suceder en esta clase de escuelitas, tenía una sola maestra, una solita, que hacía sonar la campana y también hacía la limpieza; encima era una maestra llena de inventos, cuentos y expediciones. Se llamaba Virtudes Choique. Vivía en la escuela. Cantaba con la guitarra. Los chicos no se perdían un solo día de clase. Porque la señorita Virtudes tenía tiempo para ellos, sabía hacer mimos, y de vez en cuando jugaba con ellos. La cuestión es que un día Apolinario Sosa volvió al rancho y dijo a sus padres: ¡Miren lo que me ha puesto la maestra en el cuaderno! El padre y la madre miraron, y vieron unas letras coloradas. Como no sabían leer, pidieron al hijo que lo hiciera: Señores padres: les informo que su hijo Apolinario es el mejor alumno. Sus padres abrazaron al hijo, porque si la maestra había escrito aquello, ellos se sentían bendecidos por Dios. Sin embargo, al día siguiente, Juanita González llevó a su casa algo parecido: Señores padres: les informo que su hija Juanita es la mejor alumna. Así los 56 alumnos de la escuela llevaron una nota que aseguraba: «Su hijo es el mejor alumno». Y así hubiera quedado todo, si el hijo del farmacéutico no hubiera llevado su felicitación. Porque, el farmacéutico don Pantaleón Pérez, apenas se enteró de que su hijo era el mejor alumno, escribió una carta a la profesora Virtudes: Mi estimadísima, distinguidísima y hermosísima maestra: El sábado que viene voy a dar un asado en honor de mi hijo. Usted es la primera invitada. Le pido que avise a los demás alumnos, para que vengan con sus padres. Muchas gracias. Pantaleón Pérez. Ese día, cada chico se fue corriendo a su casa para avisar del convite. Todo el mundo bajó hasta la casa del farmacéutico. Ya estaba el asador y varias fuentes con pastelitos. Mientras la señorita Virtudes cantaba, el mate iba de mano en mano, y la carne se iba dorando. Don Pantaleón dio unas palmadas y pidió silencio. Hizo ejem, ejem, y dijo: Señoras, señores, vecinos, niños. Los he reunido para festejar una noticia que me llena de orgullo: Mi hijo acaba de ser nombrado por la maestra, doña Virtudes Choique, el mejor alumno. Por eso, los invito a levantar el vaso y brindar por este hijo que ha honrado a su padre, a su apellido, y a su país. Contra lo esperado, nadie levantó el vaso. Nadie aplaudió. Nadie dijo ni mu. Padres y madres empezaron a mirarse unos a otros. El primero en protestar fue el papá de Apolinario: Yo no brindo nada. Acá el único mejor es mi chico, Apolinario. Pero ya empezaban los gritos de los demás, porque cada cual desmentía al otro diciendo que el mejor alumno era su hijo, cuando pudo oírse la voz firme de la señorita Virtudes: ¡Cuidado con lo que están por hacer! Todos miraban fiero a la maestra. Por fin, uno dijo: Maestra, usted ha dicho mentiras. Usted ha dicho a todos lo mismo. Virtudes dijo: Yo no he mentido. He dicho una verdad que pocos ven, y por eso no creen. Voy a darles ejemplos: Cuando digo que Melchor es el mejor, no miento. Melchorcito no sabrá las tablas de multiplicar, pero es el mejor arquero de la escuela. Y cuando digo que Apolinario Sosa es mi mejor alumno, tampoco miento. Y Dios es testigo que aunque es desprolijo, es el más dispuesto para ayudar en lo que sea… ¿Debo seguir explicando? Soy la maestra y debo construir el mundo con estos chicos. ¿Con qué levantaré la patria? ¿Con lo mejor o con lo peor? Todos habían ido bajando la mirada. Entendieron que cada defecto tiene una virtud que le hace contrapeso. Y que es cuestión de subrayar, estimular y premiar lo mejor. Ese día, comieron más felices que nunca.